La exposición en México de David LaChapelle, Delirios de Razón, perfila una visión del mundo glamoroso y decadente de la publicidad, la moda y Hollywood. Sus retratos de celebridades captan un lado a veces obsceno, a veces irónico, de la vida perfecta que nos venden las marcas. Entre las series más interesantes están Jesus is my homeboy, un cuestionamiento del papel de Jesús si viviera en este tiempo, entre la televisión y Coca-Cola; si sermoneara a una pandilla de Nueva York, ¿alguien le escucharía? Por otro lado, la serie titulada Awakened juega con la idea de los desastres naturales: el poder destructor/purificador del agua y de la luz que se ejerce sobre una sociedad devastadora que ha llegado sus límites. Sin embargo, dos fotomontajes son los que vale la pena ver sobre todo: Deluge y Decadence: ahí se concentra todo el estilo y planteamiento de LaChapelle como artista; nos muestra el mundo brillante y atractivo de la fama, el glamour y la opulencia de tal forma que nos asquea, pues evidencia la manipulación, soledad y vacío que hay detrás de los excesos, a través de imágenes pop plagadas de referencias artísticas y culturales que a la vez nos seducen y nos perturban.
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