Así fue como concibió este espacio el artista alemán Mathias Goeritz, cuando lo construyó en 1953. Uno de los edificios más significativos y polémicos del siglo XX, El Museo Experimental El Eco no es una galería, ni un museo, ni una casa, ni un bar; es todas estas cosas y ninguna a la vez.
La idea fue construir un espacio en donde conviviera el proceso artístico y el encuentro social; que fuera un puente con el panorama internacional de las artes cuando en México el contexto era totalmente nacionalista. Consta de muros asimétricos y más simbólicos que funcionales. Un pasillo se fuga hacia la galería central cuya pared principal expone un “Mural efímero”; por otro lado, en el patio conviven la famosa escultura de La serpiente, una torre con inscripciones y una cruz.
El director del museo, Guillermo Santamarina, cuenta las múltiples vidas que ha tenido El Eco desde su concepción hasta el día de hoy. Daniel Mont financió el proyecto, y murió a las pocas semanas de la inauguración. El lugar no sobrevivió mucho tiempo frente a la incomprensión y el rechazo de la comunidad artística de la época. Más tarde, el bar de El Eco fue adoptado por la comunidad gay de México, y también fue visitado por opulentas estrellas de Hollywood. El Eco fue un lugar de escándalo, abandono, también fue Centro Universitario de Teatro, y posteriormente la Universidad Nacional Autónoma de México lo recupera en 2004 y el museo vuelve al origen: un espacio de vanguardia para dialogar con las artes.
Actualmente se exhiben las intervenciones de Luciano Matus, Fernando García Correa y Teresa Margolles. En la Sala-Galería Daniel Mont hay una exposición sobre la Serpiente desde el punto de vista simbólico. Cada último miércoles del mes hay un foro de selección musical.
Museo Experimental El Eco
Sulivan 43
Col. San Rafael
5535 4351
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