En 1944, una unidad polaca que viajaba con un oso tenía que unirse a los Aliados en Roma, pero como los británicos prohibían llevar cualquier animal, enlistaron al oso Voytek como soldado en la 22a división de transporte de las fuerzas armadas polacas.
La historia dice que durante una fase crucial de la batalla Monte Cassino, en la que decenas de hombres transportaban las municiones desesperados, Voytek se acercó a los camiones, se paró en las dos patas traseras frente al oficial y estiró las patas, como diciendo: "Puedo hacer esto, déjame ayudarte". El oficial le dio una caja pesada y vio asombrado cómo Voytek la descargaba en el camión. Así continuó, de un lado a otro, cargando municiones, cajas de artillería y sacos de comida, de camión en camión, sin gran esfuerzo.
Más info en la BBC.
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